Generalidades

El suelo, es uno de los ecosistemas más extensos y diversos del planeta Tierra. En él, múltiples organismos habitan durante una parte de su vida o permanentemente. Se estima que el suelo puede albergar ¼ de la biodiversidad del planeta (FAO et al. 2020), siendo los suelos tropicales los que albergan mayor biodiversidad.

En el año 2016, el Gobierno colombiano a través del Ministerio de Ambiente generó la política para la gestión sostenible del suelo (MinAmbiente 2016). En ella se reconoce el suelo como un componente vivo del ambiente, resaltando la importancia de los organismos del suelo en el mantenimiento de la calidad del mismo y en los servicios ecosistémicos que éste presta.

La Amazonia es considerada una región altamente biodiversa. Pero la mayoría de la diversidad amazónica registrada corresponde a aquella que habita sobre el suelo. Son pocos los inventarios que existen sobre los organismos que habitan los suelos amazónicos (Orgiazzi et al. 2016). Desde el año 2015, el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI viene realizando colectas en diferentes lugares de la región amazónica colombiana, con el ánimo de conocer la biodiversidad de organismos que habitan sus suelos. A continuación, se presenta el estado del conocimiento de uno de los grupos de hongos mas importantes en los suelos de la región, los hongos formadores de micorrizas arbusculares, y de la macrofauna de los suelos, referida a los artrópodos y otros invertebrados que allí habitan.

Estado de los recursos naturales renovables:

1. Hongos formadores de micorrizas arbusculares

Los hongos formadores de micorrizas arbusculares pertenecen a los Glomeromycota, y son los responsables de establecer una de la simbiosis planta-hongo más importante y de distribución global (Davison et al. 2015; Smith & Read 2008). A pesar de su importancia, su diversidad es baja. Hasta la fecha se han determinado unas 300 especies (Öpik & Davison 2016) y más de mil taxones moleculares (Öpik et al. 2013). Esta relativa baja biodiversidad, es explicada por su aparente poca especificidad de hospedero y la baja capacidad que tienen estos hongos por si mismos, así como un esfuerzo de muestreo inequitativo entre las zonas templadas y las tropicales (Marín & Bueno 2019; Öpik et al. 2010)

La diversidad de estos hongos en suelos amazónicos ha sido estudiada en pocos lugares de la cuenca amazónica (Demetrio et al. 2021; de Oliveira Freitas et al. 2013; Peña-Venegas et al. 2019; dos Santos & Carrenho 2011), siendo la Amazonia colombiana una de las pocas zonas en donde estos estudios han sido continuos desde hace mas de 20 años. A la fecha, en la Amazonia colombiana se han reportado 185 morfoespecies y 192 taxones moleculares, correspondientes a 17 géneros diferentes (Tabla 1). Sin embargo, la mayoría de morfoespecies y taxones moleculares solo han sido reportados a nivel de género.  El género más abundante en los suelos amazónicos es Glomus (121 a 134 especies registradas) que representa un 70% de la comunidad fungica de estos hongos en el suelo, seguido por Acaulospora (15 a 29 especies registradas).

Géneros y especies reportados
 

 

 

Acaulospora

colombiana
denticulata
foveata
mellea
morrowiae
rehmii
tuberculata
Ambispora  fennica
leptoticha
Cetraspora pellucida
spinossisima
Claroideoglomus etinucatum
lamellosum
Diversispora spurca
tortuosa
Funneliformis coronatum
geosporum
Gigaspora albida
decipiens
 

 

 

 

 

Glomus

clavisporum
coremoides
glomerulatum
magnicaule
microaggregatum
multicaule
pansihalos
proliferum
reticulatum
rubiforme
 sinuosum
Kuklospora kentinensis
 

Parglomus

brasilianum
laccatum
occultum
Racocetra castanea
 

Rhizophagus

aggregatum
clarum
intraradices
manihotis
Sclerocarpum amazonicum
 

 

Scutellospora

calospora
heterogama
spinosa
striata
tepuiensis
Septoglomus constrictum
Simiglomus hoi
Viscospora viscosa

Tabla 1. Géneros y especies de hongos formadores de micorrizas arbusculares reportadas para la Amazonia colombiana.

Macrofauna edáfica

La macrofauna del suelo participa directa o indirectamente en la mayoría de las funciones clave del suelo, como la descomposición de la materia orgánica, el ciclo de nutrientes, el flujo de energía, el almacenamiento de carbono, la regulación del agua del suelo, entre otras (Brussaard et al. 2007; Lavelle et al. 2014). Sin embargo, la macrofauna del suelo es uno de los componentes más subestimados de los ecosistemas (Gongalsky 2021).

Desde el 2015, el Instituto Sinchi viene realizando colectas y caracterizando la biodiversidad de macrofauna en los suelos amazónicos en 210 sitios visitados. A 2021, se han identificado cuatro filos, 12 clases, 53 órdenes, 242 familias, 220 géneros y más de 800 morfotipos de macrofauna edáfica.

Figura 1. Macrofauna edáfica de suelos amazónicos

En los suelos amazónicos los grupos más dominantes de la macrofauna edáfica son las hormigas (Hymenoptera: Formicidae) donde se resalta su alta abudancia y densidad en suelos de tipo natural e intervendio, contando con una alta diversidad en la Amazonia (312 especies) (Castro et al. 2018a), otro grupo altamente dominante son las termitas (Blattodea:Isoptera) el cual ha sido muy poco estudiado en el país y que recientemente ha sido objeto de numerosos nuevos reportes, sumando más  de 98 especies que habitan en el suelo, además de numerosas nuevas especies (Castro et al. 2018b, 2020, 2021); y los coleópteros que alcanzan a representar hasta el 65% de la macrofauna edáfica de los suelos amazónicos de várzeas, y en tierra firme hasta el 30% (Figura 1).

2. Factores y potencialidades de transformación:

Los suelos amazónicos en su gran mayoría son suelos con baja fertilidad dada su baja capacidad de mantener nutrientes incorporados a su matriz mineral. La materia orgánica constituye la principal fuente de elementos importantes para la nutrición vegetal la cual se hace disponible por la actividad de los macro-, meso- y microorganismos que están en el suelo. La deforestación es tal vez la mayor amenaza de los organismos del suelo en la Amazonia, pues no solo elimina la fuente de materia orgánica que nutre el suelo, son que cambia las condiciones edáficas para que estos organismos puedan seguir existiendo en la diversidad y abundancia que los caracteriza (Franco et al. 2019; Poorter et al. 2015).

3. Evidencias de transformación:

Como se indicó anteriormente, la deforestación elimina la fuente de materia orgánica que llega al suelo (hojarasca-Horizonte O), lo cual hace que comience también la pérdida completa o parcial del horizonte A, que es el horizonte fértil de los suelos amazónicos (Bernoux et al. 1998; Girona-García et al. 2019). Una menor cantidad de materia orgánica, menor húmedas, y mayor temperatura del suelo, hacen que se pierda aproximadamente un 54% de macrofauna edáfica. No todos los grupos biológicos son igualmente sensibles, siendo más fuertemente la macrofauna predadora (Rodríguez-León et al. 2021) (Figura 2).

Figura 2. Pérdida de macrofauna edáfica en suelos amazónicos por deforestación

A nivel microbiológico se ha encontrado que la comunidad de hongos formadores de micorrizas arbusculares cambia (Figura 3). En zonas deforestadas, la comunidad es dominada por el género Glomus, mientras que, en ecosistemas boscosos naturales, el género dominante en Paraglomus (Peña-Venegas et al. 2021).

Figura 3. Cambios en la comunidad de hongos formadores de micorrizas arbusculares asociados a la deforestación

Las implicaciones de estos cambios en las comunidades biológicas de los suelos amazónicos asociados a la deforestación son aun desconocidas, pues muchas de las funciones de estos organismos del suelo no son claras.

Estudios de recuperación pasiva (regeneración natural de bosques) y activa (con cultivos) de zonas deforestadas en la región amazónica, han demostrado que es posible la recuperación de las comunidades biológicas en mas de un 90% al cabo de unos 10 años de recuperación natural o pasiva (Figura 4). Esta recuperación puede ser asociada a la recuperación funcional del suelo. Sin embargo, es importante indicar que algunas especies de macrofauna y microbiota nunca se recuperan y desaparecen definitivamente del suelo de la región, perdiendo parte de la diversidad inicial de esos suelos. Dado que estos organismos nos pequeños y poco estudiados, no existen datos o evaluaciones sistemáticas que documenten que especies son las mas afectadas y su rol en el ecosistema, por cuanto es muy difícil hablar de pérdidas/extinciones al interior de estas comunidades (Rodríguez-León et al. 2021).

Un factor clave que ayuda a la recuperación de las zonas deforestadas, es la cercanía y conexión con parches de zonas boscosas. Dado que en el suelo se establecen galerías y canales subterráneos, y redes de micelio fúngico, es posible la restauración y recolonización de las diferentes comunidades biológicas de los suelos en proceso de restauración/reforestación.

Figura 4. Recuperación de macrofauna edáfica a través de la regeneración natural de zonas deforestadas

4. Recomendaciones y alternativas de desarrollo:

Claramente son pocos los inventarios de comunidades biológicas de suelo que existen en el país. Aun cuando para la región amazónica colombiana se ha avanzado recientemente en estos inventarios, falta un mayor estudio en la funcionalidad de esas comunidades y su asociación con los servicios ecosistémicos que en el suelo puede proveer. Adicionalmente, y aun cuando las comunidades biológicas son un componente importante del suelo por su función, también han sido inidentificadas como un importante reservorio de carbono. La información sobre cuanto representa la biomasa de estos grupos biológicos es aun limitada, lo que restringe la estimación de la capacidad de fijación de carbono de los suelos amazónicos. Es importante comenzar a avanzar en esa dirección para poder establecer la importancia que tienen las comunidades biológicas en la capacidad de fijación de carbono de los suelos amazónicos. Finalmente, aun cuando en este informe solo se presentó información sobre cómo la deforestación afecta las poblaciones biológicas, existen también otros factores que pueden afectar estas comunidades como la contaminación por metales pesados, agroinsumos, e hidrocarburos. Este tema aun no se ha abordado, y pueden ser factores de riesgo que amenacen la biodiversidad de los suelos y su funcionalidad

Fichas del capítulo I

Fichas del capítulo I, 2021