Mensajes clave:

  1. El anillo de poblamiento se define como un espacio de poblamiento continuo y jerarquizado, con una red de comunicaciones que integra el conjunto de los diferentes tipos de centros a la economía de mercado los cuales a su vez son soporte de nuevas oleadas de ocupación.
  2. En la Amazonia colombiana, el avance de las estructuras urbanas por medio de los asentamientos humanos vinculados a una economía de mercado y una red vial consolidada tuvo lugar por su costado noroccidental, debido a una expansión de la población de la región andina hacia el este y sur de la región. En años recientes también ocurre a partir de los denominados “enclaves económicos y geopolíticos” del oriente de la región hacia el oeste.
  3. El monitoreo de la superficie del territorio amazónico dentro del anillo de poblamiento, permite hacer seguimiento al desarrollo y avance del poblamiento urbano y de la ocupación en la región, el cual toma como insumo los mapas de coberturas generadas por el Instituto “SINCHI”.
  4. La medición del anillo de poblamiento se ha realizado en los años 2002, 2007, 2012, 2016, 2018 y 2020 dando cuenta del avance del proceso de ocupación de estructuras y formas de vida urbana sobre la región amazónica.
  5. En 2002, la extensión del anillo correspondía al 19,17 % del territorio amazónico definido por el Instituto “SINCHI”, cifra ha crecido cada año hasta alcanzar el 26,13 % en 2020.

 

1. Consideraciones metodológicas

El monitoreo de la superficie del anillo de poblamiento en el territorio amazónico, permite hacer seguimiento al desarrollo y avance de la ocupación, el poblamiento urbano y la urbanización en la región y toma como insumos los mapas de coberturas generadas por el Instituto “SINCHI”. Estos mapas permiten identificar las áreas de bosques, otras coberturas y áreas transformadas. Estas últimas constituyen el núcleo del asentamiento poblacional; allí se localizan las áreas urbanas y las zonas de producción, que se estructuran mediante una red vial terrestre y fluvial, configurando en su conjunto el anillo de poblamiento amazónico. Para calcular la extensión del anillo de poblamiento amazónico, se consideran además de las áreas transformadas, las áreas con coberturas de vegetación secundaria y el área de influencia de las vías terrestres y fluviales, puesto que la existencia de estas redes permite los flujos de materia, energía e información, así como el desarrollo de la vida cultural y social de sus habitantes. En 2020 se incluyeron en el cálculo de anillo de poblamiento las coberturas de tierras degradas y quemadas, pues el uso fuego ha tenido un rol importante en la incorporación de nuevas tierras a la economía de mercado.

Las estructuras urbanas, a través de la red vial, avanzan penetrando la región amazónica desde su periferia hacia el centro, apoyadas en las regiones ya consolidadas por jerarquías y tipologías urbanas, formando una mancha continua que cierra el anillo de poblamiento, para luego prolongarse sobre el resto de la Amazonia nacional. Así se afectan territorios protegidos, áreas de manejo especial y comunidades indígenas (resguardos, parcialidades, territorios ancestrales o territorios de comunidades indígenas nómadas) y, en consecuencia, se alteran las estructuras funcionales del ecosistema natural amazónico, debido a la actividad extractiva-productiva de generación de excedentes (autoconsumo y mercadeo).

La consolidación de los espacios urbanos dentro de las economías de mercado implica una estrecha relación de dominación y dependencia con los espacios rurales. El mercado urbano requiere de la producción del campo y del bosque, porque de allí obtienen materias primas, alimentos y compradores de sus bienes y servicios; pero, igualmente, el campo necesita de la ciudad herramientas, insumos, mercado para sus productos y la prestación de servicios como salud, educación, transporte y banca. Por ello, alrededor de los espacios urbanos consolidados se prolonga un espacio rural que forma parte indisoluble de un área urbano regional.

La configuración del anillo de poblamiento en el periodo 2002 – 2020 da cuenta del avance del proceso de ocupación, poblamiento y urbanización en la región Amazónica, que de forma similar ocurre en el resto de países de la Gran Amazonia suramericana. En 2002 la extensión del anillo se calculó en 92.608,19 km2 y llegó en 2020 a los 126.204,83 km2, lo que significa un incremento del 36,28 % en los dieciocho años del análisis. Esto es equivalente a 1.866,48 km2 sumados anualmente a la superficie del anillo.

En el año 2020 como en los años anteriores, los departamentos de Caquetá, Meta, Guaviare y Putumayo fueron los de mayor porcentaje de superficie departamental dentro del anillo regional. De los 126.204,83 km2 del anillo en 2020, el 27,52 % se localizó en Caquetá, el 17,79 % en Meta, el 14,35 % en Guaviare y el 12,39 % en Putumayo, concentrando en tales departamentos el 72,05 % del anillo regional. Con relación a la medición de 2018 Vichada, Meta, Guaviare, Vaupés y Nariño mostraron incremento en su porcentaje de superficie dentro del anillo 2020. Véanse los mapas 1 a 3 y el gráfico 1.

Mapa 1. Anillo de poblamiento en la región Amazónica colombiana, 2002 y 2020

Mapa 2.  Indicador municipal anillo de poblamiento 2020

Mapa 3. Indicador porcentaje superficie dentro del anillo de poblamiento 2020, región Amazónica colombiana.

Gráfico 1. Porcentaje de la superficie del anillo de poblamiento por departamento 2002-2020. (Fuente: Elaborado por el Programa Dinámicas Socioambientales y Culturales, a partir de las capas de coberturas 2002, 2007, 2012, 2016, 2018 y 2020, generadas por el Programa Grupo Gestión de Información Ambiental y Zonificación del Territorio: Amazonia colombiana GIAZT. en el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI)

De los setenta y ocho [1] municipios y áreas no municipalizadas que conforman la región, el 100 % de ellas reporta alguna proporción de su superficie dentro del anillo de poblamiento amazónico. A nivel municipal Valle del Guamuez, San Miguel, Albania, Morelia, Solita, Valparaíso, Puerto Concordia, La Montañita y Curillo tienen el 100 % de su extensión territorial dentro del anillo. A nivel municipal fueron San Vicente del Caguán, La Macarena, Cumaribo, San José del Guaviare y Cartagena del Chairá las entidades que concentraron el mayor porcentaje de superficie del anillo regional en 2020, seguidos de Solano, Puerto Leguízamo, El Retorno, Miraflores y Mapiripán. La deforestación promovida con fines de acaparamiento de tierras, la minería ilegal y existencia de cultivos de uso ilícito son determinantes en la expansión del anillo de poblamiento y mantiene el fenómeno ocupación sin poblamiento descrito por Arcila (2010). También se han incorporado áreas de bosque amazónico para el cultivo de palma de aceite con el consecuente detrimento de los ecosistemas.

Siguiendo la dirección occidente a oriente y teniendo como eje epicentral las tres ciudades capitales de los departamentos del occidente amazónico (San José del Guaviare, Mocoa y Florencia), la consolidación del anillo de poblamiento se manifiesta en la colonización de las áreas rurales, pero ante todo en un sistema de asentamientos urbanos de los que hacen parte una serie de ciudades capitales departamentales, cabeceras municipales, cabeceras de áreas no municipalizadas y centros poblados.

Veintisiete entidades territoriales tienen más del 60% de su territorio dentro del anillo y 51 tienen menos de dicho porcentaje. En todas ellas se manifiestan problemas que son comunes a la urbanización acelerada, no planeada, periférica, carente de una actividad fabril consolidada y desarticulada del entorno nacional, carencia de vivienda, hacinamiento, especulación inmobiliaria, desempleo e informalidad laboral por citar algunas. Cada una debe ser objeto de investigaciones pormenorizadas considerando la especificada de su población, el entorno territorial, su cultura y su historia.

Recomendaciones y alternativas propuestas

En esta superficie denominada de anillo de poblamiento pueden concentrarse los esfuerzos para implementar procesos de recuperación y restauración del bosque, restablecimiento de conectividad en rondas hídricas, actividades productivas silvopastoriles fortaleciendo una cultura de convivencia armónica entre los pobladores y su entorno.

Fichas del capítulo I

Fichas del capítulo I, 2020