Aprovechando una experiencia de décadas en materia de observaciones de campo, desde 2013 se introdujo el concepto de paisaje productivo en el Instituto SINCHI en el grupo de sistema de producción sostenibles. Dicho concepto parte de la restauración del paisaje natural es un marco integrador que puede —y debería— ser aplicado a un gran abanico de usos de la tierra con el propósito de asegurar el mantenimiento y la intensificación de las funciones ecosistémicas y de las exigencias sociales esenciales (FAO, 2010).

Según FAO, 2010 las buenas prácticas relacionadas con los paisajes incluirán a las que determinan y conservan hábitat para la fauna y flora silvestres y las características del paisaje, como árboles aislados, en la explotación agrícola; la creación, en la medida de lo posible, de una estructura de cultivo diversificada en la explotación; la reducción al mínimo de la repercusión de actividades como el trabajo de la tierra y el uso de productos agroquímicos en la fauna y flora silvestres; la utilización de los límites del terreno para reducir las hierbas nocivas y el estímulo de una flora y fauna diversas con especies beneficiosas; la ordenación de los cursos de agua y los humedales para fomentar la fauna y flora silvestres y prevenir la contaminación; y la vigilancia de las especies de plantas y animales cuya presencia en la explotación es prueba de una buena práctica ambiental.

En este contexto Rojas, 2005, plantea que los paisajes productivos hacen referencia a sistemas ecológicos y culturales relacionados no sólo con la generación de materias primas sino con la construcción de identidades territoriales, formas de habitar y lógicas económicas locales. El paisaje productivo se constituye como herramienta proyectual basada en valores sociales, medioambientales y económicos en equilibrio, concebidos como soportes en constante transformación y evolución.

La conformación de estos paisajes tiene propósito es la introducción, rescate o apropiación de sistemas sostenibles de producción dentro de una lógica de lectura del paisaje y ordenamiento territorial que promuevan la conservación de la biodiversidad. Considera que las características del desarrollo han conducido a la fragmentación de los ecosistemas y amenaza la conservación de la biodiversidad por ocupación territorial, ampliación de la frontera agrícola, cultivos con fines ilícitos, macroproyectos, instalación de modelos productivos y de ordenamiento ambientales inadecuados, entre otros aspectos (Rojas A. J. 2005).

En el Instituto SINCHI el esquema de planeación para la conservación de biodiversidad en paisajes productivos articula el abordaje, desde la escala de paisaje de las características biofísicas (Bosques y recursos naturales) y desde la escala predial (local) de las características socioeconómicas (los sistemas de producción), como componentes principales para generar una propuesta de ordenamiento para la conservación y uso de la biodiversidad en un territorio. A partir de este enfoque a continuación se presentan consideraciones de tipo conceptual que permite abordar la temática de sistemas de producción en el medio rural y la relación de estos con su contexto social y la biodiversidad asociado a indicadores de sostenibilidad a esta escala (Figura 68).

https://ierna.sinchi.org.co/informe2019/13-herramientas-de-manejo-para-la-configuracion-de-paisajes-productivos-sostenibles-y-resilientes-al-clima-en-amazonia/

Figura 68. Áreas paisajes productivos de Amazonia en las áreas de referencia de iniciativas lideradas por I. SINCHI en sistemas de producción. Fuente: SINCHI 2020

Los sistemas de producción rurales –SPR-

Se definen como unidades funcionales espacio-temporales de producción del sector rural, asimilables al concepto predio o “finca” o “empresa agropecuaria”, cuya base es el manejo de ecosistemas transformados –llamados agroecosistemas- o la extracción de recursos de áreas silvestres o de baja intervención (Adaptado de Ramírez y Martínez, 1995). El límite(es) espacial –físico- de un sistema de producción rural está dado por las unidades que lo conforman (componentes), denominadas parcelas o agroecosistemas, incluidas áreas silvestres, -paisajes no transformados o de baja intervención como bosques, esteros, rastrojos, entre otros que pueden o no ser colindantes. El Instituto SICNHI ha caracterizado los sistemas de producción y sus indicadores de sostenibilidad a escala de paisaje en diferentes espacios territoriales con los siguientes resultados

  1. Caquetá Municipio de Cartagena del Chaira, Bajo río Caguán Paisajes de Vega y Lomerío. 12 tipologías de fincas. La sostenibilidad de los sistemas productivos en la zona de estudio en el municipio de Cartagena del Chairá, departamento de Caquetá, oscila entre (2,6 a 2,8) representando valores de media sostenibilidad. La unidad fisiográfica que muestra el mayor valor se ubica en la zona de vega (2,89), mientras que el estrato fisiográfico de tierra firme intervención alta registra el menor valor entre todos los estratos evaluados (2,67). El monitoreo a la sostenibilidad es cada 5 años.
  2. Caquetá Municipio de Belén de los Andaquies, San José del Fragua y Albania Paisajes de Montaña y lomerío. 4 tipologías en Montaña y 3 en Lomerío. En general, se observó que la sostenibilidad de los sistemas productivos tipificados en la zona de estudio osciló entre 3,00 y 3,17, lo que refiere una mediana sostenibilidad de los sistemas de producción. La sustentabilidad de los sistemas productivos en la unidad de paisaje de montaña, entre los municipios de San José del Fragua y Belén de los Andaquíes del departamento de Caquetá, es de mediana sostenibilidad (3,00).
  3. Guaviare Municipios de San José del Guaviare, Retorno y Calamar paisaje de Lomerío alta intervención 1 tipología, lomerío media intervención 4 tipologías y lomerío baja intervención 3 tipologías. En general, se observó que la sostenibilidad de los sistemas productivos presentes en las unidades fisiográficas de tierra firme intervención baja, media y alta en los municipios de San José del Guaviare y Calamar del departamento del Guaviare oscila en un promedio de (2,60 a 3,66).
  4. Putumayo Todo el departamento. 4 tipologías en paisaje de Montaña, 3 en altiplanicie, 4 en piedemonte, 3 en vega y 11 en lomerío.
  5. Vichada-Guaina: Municipio de Cumaribo y Puerto Inírida. 3 tipologías.
  6. Sur del Meta. Municipio de Vista Hermosa. 4 tipologías.

Herramientas de manejo del Paisaje

El diseño de las herramientas de manejo para un paisaje (HMP) es la respuesta a las condiciones de transformación del paisaje y las oportunidades de conservación identificadas. Las HMP diseñadas pueden contener diferentes arreglos vegetales y estructurales, y su ajuste para la escala predial deberá responder a características de la finca como las oportunidades de conservación identificadas, los sistemas productivos del predio, el costo de oportunidad de la tierra y las necesidades de recursos del bosque para uso por parte de los propietarios.  Las HMP se proponen en el proceso de planificación predial para apoyar la concertación en el reordenamiento de la finca (Tabla 29).

  • Tipo de HMP: cerramiento de bosques remanentes con cerca de aislamiento. (Acuerdos de Conservación). 2.568 familias, 79.449 Has de bosque bajo acuerdos de conservación 
  • Tipo de HMP: Enriquecimiento de bosque natural o bosques secundarios altos y bajos..
  • Tipo de HMP: Sistemas agroforestal.
  • Tipo de HMP: árboles dispersos y sistema silvopastoril.
  • Tipo de HMP: Manejo Forestal sostenible.

área (ha) bajo HMP /   paisaje (mapa geopedologico IGAC. 2013  escala 1_100.000))

Altiplanicie ha

Lomerío

ha

Macizo

ha

Montaña ha Piedemonte ha Planicie aluvial

ha

Valle

ha

Total general

ha

1261

6897 379 439 16 2490 238

11819

Tabla 29.  Áreas bajo Herramientas de manejo del Paisaje (HMP) según paisaje geopedológico.

Especies promisorias para usos forestal y agroforestal

En años recientes, el estudio de la diversidad biológica —biodiversidad, la complejidad del componente viviente, de la flora y la fauna, en un área dada se ha consolidado como una de las líneas más importantes y de mayor valor aplicado entre los estudios ecológicos de las zonas de bosque tropical. La concentración de alta diversidad en áreas específicas es una consideración importante en la selección de espacios naturales para la conservación. Su determinación se ha tornado una valiosa herramienta y criterio para el ordenamiento territorial y para la adecuación ambiental. Los estudios en especies promisorias que desarrolla el I. SINCHI comprenden cuatro aspectos de importancia (Figura 69).

Figura 69. Aspectos claves en el estudio de especies vegetales promisorias

Figura 69. Aspectos claves en el estudio de especies vegetales promisorias. Fuente: Instituto SINCHI 2020

Caracterización de especies: 22 especies caracterizadas

  • Hábito. ¬ Ramificación. ¬ Fuste ¬ Raíz,
  • Corteza externa e interna
  • Hojas
  • Flor e inflorescencia
  • Fruto
  • Distribución de los árboles en ámbito regional, nacional.

Fenología: 15 especies con seguimiento en fenología

  • Defoliación
  • Brotación foliar
  • Floración
  • Fructificación

Propagación: 31 especies con estudios de propagación.

  • % de germinación
  • Curva de Imbibición
  • Humedad de semilla
  • Viabilidad

Arreglos de producción:  17 arreglos evaluados

  • Distancias
  • Disposición
  • Suelos
  • Clima
  • Requerimientos nutricionales
  • Producción
  • Valoración económica

Funcionalidad de especies para valoración de Servicios ecosistémico

Adelantar procesos de manejo forestal sostenible donde incluye prácticas de restauración ecológicas en ecosistemas de bosques húmedos tropicales como se presentan en la Amazonia Colombiana, es una estrategia para el control de la deforestación, además que permite recuperar y conservar el capital natural y su funcionalidad, basados en el aprovechamiento y uso de manera sostenible de los recursos forestales o biológicos (Cabeza et al., 2019).

Para la implementación y uso del bosque en modelos de restauración es necesario una selección adecuada de las especies, y para ello se realizan inventarios forestales con el fin de identificar la oferta de especies dentro de un área determinada, sin embargo, para identificar y recuperar las funcionalidades del ecosistema se evalúa la vegetación desde una perspectiva de diversidad funcional, que identifica y mide características morfológicas o rasgos funcionales que describen la función de los organismos en el ecosistema (Bellwood et al., 2002). Estas respuestas dan lugar a distintas estrategias adaptativas (Lincoln et al., 1982) y cambios que están relacionados con el crecimiento, distribución y supervivencia (Sultan, 2001), características que clasifican las especies o grupos de especies asociadas a una función ecosistémica.

Es así como el comportamiento de los rasgos funcionales define atributos que pueden ser agrupados mediante métodos como los tipos funcionales de plantas que se han constituido entre los más rápido y flexible para el diagnóstico de procesos relacionados a las perturbaciones(Rosenfeld, 2002), además de ser la metodología más utilizada para estudios de diversidad funcional donde agrupa las especies de acuerdo a su similitud de caracteres funcionales (Tilman et al, 1997; Ruiz, 2015) y sus respuestas a procesos ecosistémicos (Enríquez, 2017, Castellanos-Castro & Bonilla, 20011), independiente de sus relaciones filogenéticas (Díaz et al., 2011; Salmerón-López et al., 2016).  Sin embargo, estudios recientes establecen que los tipos funcionales pueden ser considerados como tipos funcionales de efecto y respuesta, los grupos funcionales de efectos son especies análogas en una o diversas funciones ecosistémicas, por otra parte, los grupos funcionales de respuesta son grupos de especies con respuesta semejantes a factores ambientales (Lavorel y Garnier, 2002).

El conocimiento de los rasgos de historia de vida de las plantas es ampliamente utilizado en estudios de ecología y en procesos de restauración ecológica, ya que permite entender las características ecológicas de las especies de interés, además de agruparlas y comprender como interactúan y se expresan funcionalmente como comunidad en el ecosistema (Gómez y Vargas, 2011, Castellanos-Castro & Bonilla, 2011). De este modo, el objetivo de esta investigación es agrupar especies asociadas la funcionalidad ecosistémica y con el propósito de seleccionarlas para propuestas de restauración. Especies con rasgos funcionales determinados: 14 especies con funcionalidad determinada (Tabla 30).

Especie Carácter Funcional
Casearia arborea Contenido relativo de agua (Regulación)
Henriettea fascicularis Contenido relativo de agua (Regulación)
Inga thibaudiana Pionera (Restauración)
Tapirira guianensis Generalista (Restauración)
Goupia glabra Sustancias de carbono (Regulación)
Pseudolmedia laevis Contenido relativo de agua (Regulación)
Terminalia amazonia Sustancias de carbono (Regulación)
Astrocaryum chambira Palmas (aprovisionamiento)
Virola elongata Contenido relativo de agua (Regulación)
Protium sagotianum Contenido relativo de agua (Regulación)
Cedrelinga cateniformis,. Sustancias de carbono (Regulación)
Oenocarpus sp. 1, Palmas (aprovisionamiento)
Euterpe precatoria Palmas (aprovisionamiento)
Pouteria cuspidata Contenido relativo de agua (Regulación)

Tabla 30. Especies y grupos funcionales en sistemas de uso forestal

Evaluación ecofisiológica de especies

La cuantificación precisa de factores abióticos como la luz, la disponibilidad de agua, nutrientes y la temperatura sobre las respuestas de la vegetación, son medibles a través de rasgos específicos, que contribuyen a predecir qué especies podrían colonizar ciertas áreas y comprender sus estrategias en la sucesión (Cadotte et al., 2011, Dusenge et al., 2015). Múltiples investigaciones han utilizado atributos fisiológicos que determinan el establecimiento de las plantas y adaptaciones al entorno (Taiz & Zeiger, 2006). Estudios recientes, Dusenge et al., (2015) evalúan el intercambio de gases, y las características químicas y morfológicas de las hojas en árboles tropicales pertenecientes a diferentes estados sucesionales, para dilucidar los factores que controlan la variabilidad natural de la capacidad fotosintética en estas especies. Así mismo, Dos Santos et al., (2019) demuestran que los rasgos fisiológicos son parámetros excelentes para caracterizar las plantas sucesionales pioneras y tardías que crecen in situ bajo la misma irradiación. Estos parámetros fotosintéticos están asociados también a las relaciones hídricas de las plantas (Sanbon et al.,2018; Taiz y Zeiger, 2010).

Estos componentes funcionales son determinantes en procesos de intercambio, incluido la captación de carbono atmosférico, extracción de agua del suelo y su liberación a la atmósfera (Lambers et al., 2008). Es indispensable la evaluación de la eficiencia fotosintética de las plantas, establecida como el intercambio gaseoso y su vez depende de características anatómicas de las hojas, el grado de exposición de luz, caracteres que pueden variar entre hojas de la misma planta e incluso entre áreas de la misma hoja (Ferraz et al., 2016). Si bien las respuestas a factores abióticos como relaciones hídricas, capacidad fotosintética y su posible aclimatación térmica se han investigado de manera relativamente amplia en especies arbóreas en regiones templadas, este tipo de investigaciones en zonas tropicales siguen siendo poco exploradas (Dusenge et al., 2015).

Especies con estudios de ecofisiología desarrollados. 14 especies

ASAÍ (Euterpe precatoria), ACHAPO (Cedrelinga cateniformis), MACANO (Terminalia amazonia), VIROLA (Virola elongata), GRANADILLO (Casearia arborea), CAMASEY (Henriettea fascicularis) GUAMO (Inga thibaudiana), FRESNO (Tapirira guianensis), ARAZA (Eugenia stipitata), COCONA (Solanum sessilliflorum), COPOAZU (Theobroma grandiflorum), ABARCO (Caryniana piriniformis), CAUCHO (Hevea brasiliensis), SACHA INCHI (Plukenetia volubilis).

La planificación predial en el enfoque de paisaje

Se han desarrollado esfuerzos para focalizar la planificación comunitaria empezando en la finca, para después pasar a niveles más amplios como la vereda, el municipio, la cuenca o departamento. La finca funciona como una unidad dentro de una región y como componente de este gran sistema, interactúa en doble vía con procesos físicos, bióticos y socioeconómicos; es allí donde de forma concreta, se llevan a cabo actividades como la producción agropecuaria, forestal, agroindustrial y en general el aprovechamiento de los recursos naturales; estas actividades son definidas por el hogar campesino que de acuerdo a Forero (2002)  toma las decisiones con un cierto grado de autonomía, aunque condicionado por el entorno socioeconómico, político, cultural y ambiental. Por lo tanto, no se puede desligar la planificación predial de la regional, ni dejar de reconocer que las acciones que se realicen en el predio influyen en el sistema (Tabla 31).

Departamento Municipio Numero de predios capa de predios (SINCHI, 2020) por PAISAJE (mapa geopedologico IGAC. 2013  escala 1_100.000) Número total de predios con planificación predial
A L M Mo P Pl V
Caquetá Belén de los Andaquíes 43 43
Cartagena del Chairá 340 108 448
San José del Fragua 101 2 103
solano 81 3 84
Total, Caquetá   421   144 2   111 678
Cauca Piamonte 35 2 88 11 136
Total Cauca 35 2 88 11 136
Guainía Inirida 8 8
Total, Guainía           8   8
Guaviare Calamar 174 49 23 246
El Retorno 197 17 2 216
San José del Guaviare 38 334 94 64 530
Total, Guaviare 38 705 160     64 25 992
Meta Mesetas 4 4
Puerto Concordia 30 30 60
Puerto Rico 9 9
San Juan de Arama 5 2 7
vista Hermosa 35 5 10 2 8 60
Total, Meta   74   10 12 36 8 140
Vichada Cumaribo 38 38
Total, Vichada           38   38
Total general 38 1235 160 156 14 234 155 1992

Tabla 31. Planificaciones prediales por paisaje en los corredores de conectividad a diciembre de 2020

A: Altiplanicie, L: Lomerío M: Macizo Mo: Montaña P: Piedemonte

Pl: Planicie aluvial, V: Valle

Este trabajo es resultado de una propuesta regional amazónica entre Colombia y Perú, que busca caracterizar la biodiversidad y el carbono almacenado por diferentes coberturas vegetales en paisajes productivos que se esperan logren ser sostenibles, a través de implementar en la región un sistema integrado de intervención que aproveche las sinergias resultantes de las interacciones entre bosques, la vegetación secundaria y la vegetación antrópica. El desarrollo de este trabajo pretende aportar al conocimiento científico y permitirá valorar el aporte de cada una de las coberturas naturales y antrópicas en os predios en cuanto a l almacenamiento de Carbono y definir estrategias y enfoques de manejo que prevengan el aumento de deforestación y pérdida de biodiversidad en la región. Se observa la evolución de los contenidos de carbono desde bosques hasta sistemas agroforestales durante la transición de los modelos de producción tradicionales hacia los modelos agroecológicos de producción que configuran un paisaje productivo sostenible y resiliente (Figura 70).

Figura 70. Evolución del Carbono equivalente Mg C*h-1 según la dinámica de intervención en predios que configuran paisajes productivos

Figura 70. Evolución del Carbono equivalente Mg C*h-1 según la dinámica de intervención en predios que configuran paisajes productivos. Los valores en cuadros corresponden a CO2 equivalente calculado a partir de datos de biomasa y necromasa obtenidos mediante muestreos de campo que permiten estimar el carbono total almacenado. BD: Bosque denso, BR: Bosque Ripario, VA: Vegetación secundaria alta, VB: Vegetación secundaria baja, CP: Cultivos permanentes, PA: Pastura arboladas, PE: Pastos enmalezados, PL: pastos limpios, Sil: Silvopastoril, SAF: Agroforestal Fuente: SINCHI 2020 adaptado de: Argote et al., 2016.

Fichas del capítulo III

Fichas del capítulo III, 2019