La región amazónica, sus ciudades, localidades y asentamientos rurales requieren de manera prioritaria, contrarrestar los actuales procesos de degradación del medio natural dada su importancia para el mantenimiento de condiciones ecosistémicas fundamentales, y proveer soluciones a los graves conflictos sociales que han acompañado la ocupación de la región. Entre los aspectos que tienen relevancia en la problemática actual alrededor de la construcción y expansión de las ciudades Amazónicas, se cuenta el incremento de la población en la Amazonia y su concentración en áreas urbanas. Pobladores de las áreas rurales y de los resguardos indígenas se han visto obligados a llegar a las cabeceras municipales en busca de mejores oportunidades de vida para sus familias. Hay mayor presión sobre el entorno expresado en los cambios de coberturas, los bosques se convierten en pastizales, ampliando la frontera agropecuaria y luego esas tierras se transforman en áreas urbanizables. La ampliación de los centros poblados afecta recursos como suelo, agua, biodiversidad (ecosistemas, especies y genes), altera las condiciones climáticas y la vida de las poblaciones.

 Se presenta una caracterización de la ciudad por medio de un set de indicadores demográficos, sociales y espaciales; da cuenta de los diferentes ejercicios de participación que se han dado en Leticia desde 2018 hasta 2021 por parte del Programa Dinámicas Socioambientales inicialmente y del Ministerio de Ambiente en 2020. Se recogieron allí los desafíos y oportunidades de la ciudad para convertirse en una biodiverciudad. El Ministerio promovió la firma de un memorando de entendimiento interinstitucional y se ha avanzado a partir de las iniciativas que venían siendo desarrolladas por los firmantes de dicho memorando. Se propone finalmente un decálogo de acciones sobre el que debe continuar la iniciativa.

 Es estratégico abordar el tema de ciudades que permitan la sostenibilidad de la vida en la Amazonia, pues son la expresión de la nueva configuración social, económica y espacial dominante. Esto requiere del estudio, el seguimiento y la prospección de manera que el Estado junto con las administraciones regionales y locales conozcan y entiendan las dinámicas y tendencias, para poder actuar en el mejoramiento de la calidad de vida de una población crecientemente urbana, proyectando mejores formas de interacción con los ecosistemas en los que se localizan. Leticia como todos los centros urbanos, depende de los recursos naturales y sus servicios ambientales, los que a su vez se ven amenazados por el deterioro de los ecosistemas resultado del modelo de crecimiento urbano. No obstante, en la ciudad existe aún gran biodiversidad que requiere conocerse y manejarse.

Metodología:

La revisión de indicadores da cuenta del proceso de urbanización y la tendencia de concentración de la población en áreas urbanas. La población de Leticia en el año 2018 era de 48.144 habitantes de acuerdo con el Censo Nacional de Población y Vivienda DANE. En el área urbana se localizaban 33.503 personas y 14.641 en el área rural. Esta capital departamental como el resto del país enfrenta un proceso de urbanización creciente con un nivel de urbanización de 69,59 % en 2018. La población masculina es superior a la femenina con índices de masculinidad de 104,29 y feminidad de 95,88. Se auto reconoce como indígena el 42,54 % y el 54,82 % no reporta pertenencia, la población afro y raizal es la menos numerosa.  Los grupos étnicos predominantes en Leticia corresponden a población ticuna, cocama, muruí, yagua, bora, yukuna, miraña y ocaina. Se identificaron personas pertenecientes a 54 pueblos indígenas residiendo en el municipio.

Estos y otros indicadores que presenta el documento menciona que Leticia como la mayoría de los centros urbanos de la región mantienen la tendencia de expandirse incorporando nuevas áreas rurales a sus perímetros urbanos. Es decir que el mercado inmobiliario presiona por la oferta de servicios ecosistémicos del entorno circundante.

En diciembre de 2020 se firmó en Leticia un memorando de entendimiento entre el Ministerio Ambiente y Desarrollo Sostenible, el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI, la Gobernación del Amazonas, la Alcaldía de Leticia y la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonia CORPOAMAZONIA, en el cual las partes declaran su intención de aunar esfuerzos para la coordinación técnica que permita articular encaminadas a que Leticia se transforme en una Biodiverciudad.

El Programa Dinámicas Socioambientales y Culturales ya tenía una trayectoria sobre la dinámica urbana en la región y venía aproximándose a un mejor conocimiento de los centros urbanos. Desde allí se considera que una biodiverciudad ha de ofrecer alta calidad de vida a sus habitantes, reducir sus impactos sobre el medio natural, procurar el desarrollo humano, su economía es próspera para todos y la participación de la ciudadanía es activa, directa y comprometida. Se construyen fundamentadas en principios ecológicos, saludables, educadores, culturales, en equidad, lo cual se evidencia en la gestión y mantenimiento de espacios verdes, el manejo integral de los residuos, transporte sostenible, uso energías limpias y gestión adecuada del uso de los ecosistemas. En la Amazonia colombiana se tiene la oportunidad de hacer realidad este enunciado desde el ejercicio de la ciudadanía. Los aún pequeños centros urbanos están en crecimiento, son diversos, complejos y únicos tanto como el entorno donde se construyen y los ciudadanos que les dan vida (Riaño y Salazar, 2018).

La implementación de biodiverciudades requiere como decían Gutiérrez et al (2003) de “una cultura para la sostenibilidad” a lo que debe agregarse “una cultura para la sostenibilidad de la vida” que es en últimas la que requiere ser sostenida. Una nueva ética donde las actividades económicas y los sistemas productivos y extractivos de sus habitantes permitan el uso y manejo de la biodiversidad con beneficios económicos, sociales y ambientales. La educación de calidad contextualizada para la región Amazónica colombiana, es una oportunidad y necesidad para públicos de diferentes edades. Es una acción primordial para lograr una verdadera participación activa y comprometida, que propenda por el empoderamiento ciudadano.

Los centros urbanos de la región Amazónica surgieron con todas las problemáticas de otros centros urbanos del mundo a lo que se suma la particularidad de encontrarse en este entorno único fundamental para el planeta. Los desafíos que se plantean para hacer de Leticia una biodiverciudad deben contemplar la promoción de investigaciones y acciones fundamentada en la educación ambiental y la participación ciudadana en el marco de la nueva normalidad ocasionada por la pandemia de la COVID-19. El nuevo informe de ONU-Habitat (2021), «Ciudades y pandemias: hacia un futuro más justo, verde y saludable» apunta al rol estratégico que las ciudades juegan para poder reducir el impacto de futuras pandemias y ser más prósperas, justas y respetuosas con el medio ambiente.

Las áreas urbanas han estado a la vanguardia de la crisis de la COVID-19 con el 95 % de los casos registrados en las ciudades en los primeros meses. Las zonas urbanas se enfrentaron a una crisis de salud pública que cambiaba rápidamente, desafíos en la movilidad y el transporte seguros, el aumento de las necesidades de agua y saneamiento, el uso crítico de los espacios públicos y las consecuencias económicas del cierre de negocios. Como indica el informe, los líderes y planificadores urbanos necesitan repensar como las personas deben en las ciudades y a través de ellas partir de las lecciones aprendidas por la pandemia. Los patrones de desigualdad caracterizados por la falta de acceso a los servicios básicos, la pobreza las condiciones de hacinamiento han sido factores desestabilizadores que aumentaron la escala y el impacto de la COVID-19.

En este contexto se plantea a continuación un decálogo de acciones, las cuales presenta diferentes niveles de avance, para hacer de Leticia una ciudad que cuida la biodiversidad y apuntalan el cumplimiento de los cuatro objetivos de la iniciativa Biodiverciudades, incorporando las inquietudes y planteamientos de los participantes en los diferentes talleres.

  1. Ciencia y conciencia ciudadana

La ciudadanía es de vital importancia como concepto mediador de los requisitos mínimos de justicia y del sentimiento de pertenencia comunitaria, significando por lo tanto igual en dignidad y compromiso con la cosa pública, valor absolutamente fundamental como lo menciona Morães (2016).

  1. Lograr la cobertura completa y de calidad en los servicios de acueducto y alcantarillado

Esta es una prioridad para la ciudadanía, así como la construcción de infraestructuras que permitan el aprovechamiento del agua lluvia. La creciente expansión urbana de Leticia presiona las coberturas boscosas adyacentes sin que exista una adecuada planificación y obras de urbanismo, incrementando el déficit en las infraestructuras de acueducto, alcantarillado pluvial y de aguas servidas, lo que trae como consecuencia problemas de inundación por aguas contaminadas y el flujo de estas por los caños -como se llaman localmente- afecta estas pequeñas corrientes hídricas.

  1. Conocer y recuperar los sistemas hídricos urbanos.

Las investigaciones en la región han privilegiado la identificación de especies en los bosques mejor conservados, pero crece el interés por la biodiversidad urbana. Los sistemas hídricos que atraviesan la ciudad tienen diferentes niveles de degradación, desde los muy deteriorados hasta los mejor conservados. Cada uno de ellos debe conocerse para evaluar su estado y llevar a cabo acciones de recuperación y/o mantenimiento según corresponda. Son áreas idóneas realizar inventarios de flora y fauna, con la participación de la ciudadanía involucrando a los diversos grupos poblacionales mediante ejercicios de ciencia ciudadana.

  1. La disposición final de residuos sólidos constituye un desafío y una oportunidad para la ciudad.

En todos los encuentros los participantes dejaron manifiesta la importancia de una mejor cultura ciudadana, lo cual debe ser complementado con educación y mejores hábitos de consumo. En este sentido se debe continuar fortaleciéndose el desarrollo del proyecto Producción local de bioempaques y educación de la población en hábitos de consumo responsable que lidera el Instituto SINCHI. Una segunda iniciativa que desarrolla el Instituto SINCHI es la Reducción de residuos orgánicos en el municipio de Leticia, proyecto tiene por objeto implementar el montaje y transferencia de tecnología en el acopio y utilización de los residuos orgánicos de la ciudad para la producción de abonos orgánicos.

  1. Biodiversidad cultural

Leticia y las ciudades en la Amazonia se caracterizan por la diversidad cultural y los instrumentos de planificación deben incorporarla. Considerar en el proceso de planeación el contexto específico de estar en la región amazónica, la coexistencia con las comunidades indígenas, la existencia de zonas protegidas, resguardos y parques naturales. En el caso de Leticia y los centros urbanos fronterizos deben pensarse dentro de la complejidad que los procesos de conurbación (ej. Leticia y Tabatinga, Brasil, con amplios intercambios con Santa Rosa de Yavarí (Perú), lo cual requiere coordinación en todas las escalas (municipios, departamentos, países, corporaciones ambientales, parques nacionales, cancillería, etc.).

  1. Autonomía alimentaria:

Los habitantes urbanos dependen de la producción de alimentos en los entornos rurales y las chagras de los indígenas, así como de los productos que llegan por vía aérea procedentes de Bogotá o por río desde Manaos. Como lo señalan (Peña et al, 2009) las propias familias indígenas son cada vez menos autosuficientes y más dependientes del mercado, a expensas de su calidad de vida. Fomentar la horticultura urbana puede ser fuente además de alimento de cohesión social y un espacio posible para esta actividad es la Isla de la Fantasía, sugerida por los participantes en los talleres de octubre. Puede resultar de interés fomentar una experiencia piloto donde intervengan niños y niñas, jóvenes y adultos con apoyo de los indígenas que tiene conocimiento en el manejo de chacras en llanura de inundación. Podría convertirse en una experiencia pedagógica muy enriquecedora para todos donde se reconozca y valore el rol que juegan las comunidades en la vida urbana, y se convierta en escuela para que en los hogares de Leticia se repliquen prácticas similares en pequeños huertos familiares, jardines y terrazas.

  1. Turismo

Leticia es una de las ciudades con mayor crecimiento en número de operadores turísticos, sin embargo, la ciudad como tal queda marginada de la actividad turística. La actividad corre entre las grandes agencias de turismo, los hoteles y los destinos de naturaleza que se ofrecen en paquetes turísticos principalmente, fuera del casco urbano; y por otra se desaprovecha el potencial para generar atractivos urbanos que construyan ciudad y ciudadanía como los espacios públicos, redes peatonales, circuitos transitables en torno a caños y ríos próximos, lugares de encuentro y promoción de la vida cultural, artística y deportiva. Al detenerse la actividad turística por efecto de la pandemia de COVID19 se evidenció la precariedad de espacios urbanos para la recreación, el ocio, el disfrute del aire libre, la posibilidad de tomar el sol, de encontrarse en el espacio público. La pandemia realza esa necesidad de contar con espacios apropiados para que toda la población considerando la especificidad de la infancia y los adultos mayores cuenten con esos lugares construidos a escala humana. Se requiere construir ciudad, una que permita integrar la biodiversidad y el entorno construido. Permitir la continuidad de los circuitos de vida que atraviesan las áreas urbanas llenándolas de colorido y vitalidad, disfrutable por los ciudadanos de Leticia y sus visitantes.

  1. Energías alternativas y transporte ecológico

Las energías alternativas son equivalentes al concepto de energía renovable o energía verde, es decir no implican la quema de combustibles fósiles (carbón, gas y petróleo) que son recursos finitos, y su quema libera a la atmósfera grandes cantidades de CO2.  Los asentamientos humanos en la región Amazónica son el lugar por excelencia donde el uso de las energías limpias debe ponerse en práctica. Un gran reto a nivel científico, tecnológico y pedagógico porque seguramente implicará cambios de hábitos pero que puede redundar en importantes beneficios ambientales y sociales de largo plazo. Leticia puede proponerse usar este tipo de energía alternativa en el transporte público que aún es de pequeño porte, pero puede ser fortalecido.  El gran número de motocicletas y vehículos genera además de polución altos niveles de ruido, que se ha vuelto característico en los centros urbanos de la región y el país.

  1. Alternativas de economía circular y bioeconomía, ciencia, tecnología e innovación

El Instituto SINCHI ha liderado diversas iniciativas en este tema en la región y en el departamento de Amazonas. Allí se encuentran emprendimientos que hacen uso de la biodiversidad. En el Municipio de Leticia se destacan los emprendimientos Naichi, de helados de sabores amazónicos, Amaflora de tisanas de frutos amazónicos, y cervecería del Amazonas que procesa la cerveza tipo lager de sabores, asaí, camu camu y copoazú entre otros. Cabe mencionar salsa de ají en mezcla con sabores amazónicos como arazá, cocona, copoazú, asaí entre las muchas referencias que tienen. Estos emprendimientos son de inversión local y generan cadenas de aprovechamiento de pulpas de frutos amazónicos, absorbiendo parte de la producción local. Estas cadenas de abastecimiento y distribución involucran en total a más de 200 familias en total que proveen de manera recurrente la pulpa de los frutos antes mencionados. Se está adelantando el inventario de plantas comercializadas en la plaza de mercado de Leticia, para conocer la oferta de productos del bosque nativo que se comercializa en la ciudad. El énfasis se ha orientado a plantas alimenticias, medicinales, ornamentales y mágico religiosas.

  1. Alternativas de economía circular y bioeconomía, ciencia, tecnología e innovación

La voz de los ciudadanos participantes de los talleres realizados en el mes de octubre, da pistas respecto a su experiencia sobre el habitar Leticia. Las mujeres hacen un llamado por el embellecimiento urbano. Es clave recordar que la ciudad ha tenido prácticas en el cuidado de espacios públicos y separadores a cargo de mujeres, que de forma dedicada y comprometida hacían su trabajo beneficiando a todos los ciudadanos. Pero más allá del precario mantenimiento de los espacios públicos de la ciudad, hay déficit de los mismos y desperdicio de los potenciales naturales que ofrece su entorno. Hace más de una década se planteó la creación de las alamedas en torno a los cursos de agua que recorren la ciudad. Continuar postergando la intervención ha ocasionado mayor deterioro y hará más onerosa su recuperación.

Espacios públicos y espacios verdes en una ciudad son indicadores de calidad de vida y bienestar de la población. Esto exige que sean seguros y para ello debe estar garantizada la iluminación, el mantenimiento y la posibilidad de que a lo largo del día puedan ser usados. La OMS propone que los ciudadanos tengan acceso a un espacio verde a una distancia lineal de 300 metros desde su domicilio, el equivalente a cinco minutos caminando pues es necesario crear entornos urbanos favorables a la salud, es decir la proximidad desempeña un rol fundamental. Las inversiones en los parques urbanos, los espacios verdes y los cursos de agua son un modo eficaz y económico de promover la salud y mitigar el cambio climático.

Entre las evidencias que vinculan los espacios verdes y sus beneficios para la salud se encuentran:

  • Reducción del estrés y aumento de la recuperación física y mental
  • Promoción de interacciones sociales
  • Mejoría del sistema inmunitario
  • Estímulo a actividades físicas y reducción de obesidad
  • Reducción de ruido
  • Reducción del efecto de islas de calor en ciudades
  • Mejoría en la calidad el aire

Por ello los espacios verdes se convierten en un recurso indispensable para la salud de los habitantes urbanos si se permite implementar acciones que conversen entre las iniciativas urbanísticas, de salud ambientales y económicas.

Fichas del capítulo III, 2021