El monitoreo de las cicatrices de quemas se realiza desde el año 2017, con una periodicidad mensual, usando imágenes satelitales Landsat 8 y adaptando una metodología desarrollada por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales INPE del Brasil, y ajustada por el Instituto SINCHI. Estos reportes se divulgan en los primeros 15 días del siguiente mes.

En la Figura 43, se muestran las áreas que fueron identificadas como cicatrices de quema en Amazonia colombiana para el año 2019, dónde la zona norte presenta la mayor presencia de eventos identificados y coincide con las áreas con mayor densidad de puntos de calor. Se debe tener en cuenta que el monitoreo de cicatrices de quema se realiza sobre las imágenes Landsat que cumplen un porcentaje de nubosidad determinado y que para algunos meses es imposible contar con algunas escenas disponibles.

Reporte anual

En la Figura 44 se presenta la gráfica y el reporte de cicatrices de quema para los años 2017, 2018 y 2019, donde puede observarse que el área de cicatrices de quema tiene una alta reducción especialmente con respecto al año inmediatamente anterior, pues el año 2019 muestra un total en área de 138.613 ha, lo que significa una disminución de más del 50% con respecto al año anterior.

Reporte Mes/Año

En la Figura  45 se muestran las áreas de cicatrices de quema en la Amazonia colombiana por año y mes.

El comportamiento mensual de las áreas identificadas como cicatrices de quema muestra una tendencia similar a la que se identifica en la cantidad de registros de puntos de calor, donde en el trimestre de enero, febrero y marzo se presentan los valores más altos en el año, seguido por los trimestres de los registros más bajos en cuanto a las áreas registradas y se presenta un alza leve para el final del año. Es de resaltar que 2018 presenta los valores más altos, febrero alcanza las 240.288 ha, por lo tanto, el año 2019 tuvo una alta disminución en las áreas.

Reporte por Departamento/Año

En la Figura 46 se muestran las áreas de cicatrices de quema mensual por departamento para el año 2019, en la que se refleja que Meta y Guaviare son los departamentos con las mayores áreas identificadas con cicatrices durante todo el año.

Teniendo en cuenta que los departamentos con los mayores registros, coinciden con los de mayor intervención antrópica, es de resaltar que en la actualidad el constante uso del fuego como práctica para la limpieza y el manejo de zonas agrícolas, la expansión de la ganadería y la tala y quema de bosques, y la sinergia entre sequías prolongadas y fuertes dinámicas antropogénicas, han incrementado la magnitud y ocurrencia de los incendios en la Amazonia colombiana (Otavo, Murcia , 2019).

Reporte por cobertura afectada

Posterior a la obtención de las cicatrices de quema, se realiza un análisis para determinar la cobertura que ha sufrido la afectación por el paso del fuego. Estableciendo las categorías de: Cicatriz de Origen de Bosques, a partir de la capa de Bosque-No Bosque del Sistema de monitoreo de bosques y carbono (Galindo, G., Garcia, M., Ordoñez, M, 2011); Cicatrices de Origen de Vegetación secundaria o en transición establecidas sobre la información de Coberturas de la Tierra del Sistema de Monitoreo de Coberturas de la Tierra de la Amazonia colombiana (SIMCOBA), y Cicatrices de Origen de Otras coberturas correspondiente a los polígonos de cicatrices restantes asociadas principalmente a herbazales y pastos.

En la 19 se muestra que las zonas con mayores áreas están identificadas como “otras coberturas” durante la mayor parte del año, seguido por la cobertura de bosques, que tiene su mayor valor en el mes de febrero, y en abril incluso supera las áreas de cicatrices de quema sobre otras coberturas con 7.234 ha. Con respecto a la vegetación secundaria o en transición mantiene los valores más bajos en todo el periodo de análisis.

Con respecto al comportamiento comparativo anual respecto a las coberturas afectadas, la tendencia de 2019 se replica para los dos años anteriores, siendo las zonas clasificadas como “otras coberturas” las que presentan la mayor afectación, seguido por la cobertura de bosque y la menor afectación se da en las zonas categorizadas como vegetación secundaria o en transición (Figura 47).

Con respecto a las coberturas afectadas por departamento, en la Figura 48 se muestra como Guaviare, que tiene la afectación más alta en cuanto a la cobertura de bosque con 13.341 ha, su valor de afectación es similar al de afectación en otras coberturas; mientras que en el Meta la afectación de otras coberturas alcanza un área de 49.897 ha, mucho mayor en comparación a la afectación de otras coberturas. Una tendencia similar se presenta en Vichada.