Monitoreo de bosques y parcelas permanentes

Con el fin de evaluar la vulnerabilidad de los bosques frente al Cambio climático, a través del monitoreo de la Red de Parcelas Permanentes del Instituto SINCHI (34 PP de 1 ha y 1 PP de 25 ha) se evalúa la dinámica de la estructura y composición florística de los bosques no intervenidos de la Amazonía colombiana. Anualmente se monitorean 7 parcelas en promedio en donde se remide cada individuo marcado y se registra su crecimiento, mortalidad o los nuevos ingresos a cada parcela (individuos con DAP ≥10cm).

El monitoreo se ha llevado a cabo a 21.971 individuos y se tienen los siguientes datos preliminares: i) una tasa de reclutamiento anual [1] promedio de 1,5 % ind/ha/año con variaciones entre 3,1 y 0,3 % ind/ha/año; ii) una tasa de mortalidad anual [2] promedio de 1,81 ind/ha/año con variaciones entre 3,72 y 0,34 % /ha/año; iii) una tasa de crecimiento anual con grandes variaciones desde valores negativos en -4,0, -3,77 y -1,55 (delta anual – Ton/ha) hasta valores altos de 5,23 y 4,71 Ton/ha/año. Por otro lado, La mortalidad significó una biomasa aérea muerta promedio de 3,73 Ton/ha/año con variaciones entre 9,54 y 0,56 Ton/ha/año.

Ciudades sostenibles

La Amazonia Colombiana se está urbanizando, las ciudades y los diferentes tipos de asentamiento están en expansión, por tanto, pensar las ciudades sostenibles es tema de importancia mayor, reconocido como estratégico para un mejor futuro de los pobladores amazónicos. En un escenario de postconflicto pensar la sostenibilidad de las ciudades y los asentamientos está siendo agendado por las autoridades locales y regionales, las organizaciones y las comunidades, así mismo se está convirtiendo en tarea inaplazable, y por ello se encuentra priorizado en los trabajos del Instituto SINCHI para propiciar la sostenibilidad de sus ciudades.

El ejercicio de acompañamiento a las autoridades, a las administraciones, a la academia y a grupos organizados de ciudadanos ha consistido en la realización de talleres, reuniones y presentaciones sobre el tema; la realización de investigaciones sobre ciudades, urbanización, sistema de asentamientos, identificación y discusión de problemáticas urbanas, análisis urbano regional, entre otras acciones. En este sentido, la publicación “Perfiles Urbanos en la Amazonia colombiana 2015” recoge estas experiencias y reflexiones. (Salazar y Riaño, 2016).

Desde la perspectiva de poner la vida en el centro, la vida en las ciudades, la vida de las ciudades y de sus ciudadanos, durante el año 2018 se realizaron una serie de talleres en las ciudades de Leticia, San José del Guaviare, Florencia y Mitú, denominados “Conversaciones en el parque” con la consigna “Más voces construyen mejores ciudades”. En estos espacios de diálogo se ha presentado el libro “Habitar la Amazonia. Ciudades y asentamientos sostenibles”, pieza divulgativa sobre las temáticas de interés referentes a la ciudad, y específicamente a las ciudades en la Amazonia. A partir de los temas propuestos y empleando como metodología los círculos de cultura propuestos por la Educación Biocéntrica, los ciudadanos invitados han conversado y reflexionado en torno a los hábitats urbanos donde se desarrolla su vida. De esta forma se permitió a todos los asistentes aprender y enseñar, expresar y escuchar, compartir y reconocerse, y entre todos construir un espacio de diálogo con sentido de vida para cada participante (Riaño y Salazar, 2018).

Análisis de impacto social de la minería en la Amazonia colombiana

Si bien la minería es una actividad centenaria en la región amazónica, en los últimos 10 años se ha convertido en un grave problema ambiental, social, cultural y de seguridad interna. La locomotora minera propuesta en pasadas administraciones desató un auge exploratorio no solo de oro, también de otros minerales con el consecuente auge en la titulación, la prospección y la explotación. Pero estas actividades no recurrieron a los canales legales. Infortunadamente, la legislación nacional, la capacidad institucional regional y las comunidades locales no han logrado acuerdos y normas que permitan una gestión ambiental y social más responsable que atenúe una actividad de naturaleza conflictiva y de gran impacto ambiental y sociocultural.

Contar con un seguimiento sistemático de la minería permitió establecer los principales impactos sociales sobre las comunidades que viven en la región. Durante el año 2017 dos temas fueron motivo de investigación: La actividad minera que se está llevando a cabo casi toda de carácter informal y alguna ilegal, reconfigura de nuevo la región amazónica colombiana, como antes lo hizo la colonización campesina, la extracción maderera, la praderización y la ganadería, el cultivo ilícito de la marihuana y la coca, y la urbanización.

En el libro “Minería. Impactos sociales en la Amazonia”, se da cuenta de las afectaciones que la minería ilegal del oro causa a nivel de la salud, la cultura, la organización social, la economía, el entorno, las mujeres y los grupos vulnerables en comunidades de mestizos e indígenas. (Salazar et al., 2019)

Desde el punto de vista de la minería legal, se ha hecho seguimiento al número de títulos, solicitudes mineras y solicitudes de legalización minera en la región. En 2018 se reportaron 188 títulos, equivalentes a122,571.49 ha) de las cuales el 94.6 % corresponde a contratos de concesión. La vigencia de 116 títulos es posterior al año 2020 y hasta el 2047, siendo estos los que se deben seguir monitoreando por estar localizados en áreas de alta fragilidad ambiental, social y cultural. Ese año el mayor número de títulos se reportó en Caquetá, Putumayo y Guainía. La mayor superficie está en este último departamento, principalmente en Paná Paná, (36,9697.82 ha). Se recomienda que la ANM revise y evite posibles casos de acaparamiento y especulación de títulos mineros.

Por su parte el número de las solicitudes mineras aumentó pasando de 484 a 527 en 2018. La superficie se incrementó en 155,140.12 ha, llegando a 846,603.42 ha. De las 527 solicitudes el 97 % requiere contrato de concesión. En el departamento de Guainía se reporta tanto el mayor número de solicitudes (136) como la mayor superficie de estas: 34.45 % del total solicitado. Puerto Colombia e Inírida suman el 21.56 % de lo solicitado en 2018, siendo a nivel municipal las entidades con mayor superficie requerida. Doce titulares de 129 solicitudes mineras, en 2018, acumulaban el 52.51 % del área total solicitada.

Fichas de antecedentes

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