El departamento del Amazonas que se localiza en el suroriente de Colombia y frontera con Perú y Brasil (Figura 53). Posee bosques y ambientes acuáticos con una alta biodiversidad y una presencia humana pluricultural y multiétnica. En esta zona coexisten los pueblos indígenas Andoke, Barasana, Bora, Cocama, Inga, Karijona, Kawiyarí, Kubeo, Letuama, Makuna, Matapí, Miraña, Nonuya, Ocaina, Tanimuka, Tariano, Tikuna, Uitoto, Yagua, Yauna, Yukuna, Yuri, que representan el 22,4% del total presentes en la Amazonia colombiana. Se localizan en 26 resguardos que son propiedades colectivas.

https://ierna.sinchi.org.co/informe2019/8-estado-del-bienestar-humano-de-los-pueblos-indigenas/

Figura 53. Localización del departamento del Amazonas. Amazonia colombiana. Fuente: Instituto SINCHI 2018.

Este departamento presenta un poblamiento disperso, con comunidades aisladas, de difícil acceso, con una baja densidad poblacional. Son territorios que se caracterizan por una limitada intervención del Estado y una baja inversión pública, que no les permiten a las comunidades nativas escapar de sus condiciones de vulnerabilidad, pobreza y exclusión social en las que se encuentran históricamente. Predominan actividades económicas ejercidas a partir de actividades extractivas de los recursos naturales, afectadas por actividades ilícitas, vinculadas directamente con el narcotráfico y la minería.

Son territorios que no cuenta con registros e información lo cual no faculta valorar con claridad sus dinámicas demográficas endógenas, así como los impactos sobre los sistemas culturales, sociales y alimentarios, en razón a su vinculación con la sociedad nacional y las economías locales. Es una información que no permite diferenciar la situación de los modos de vida y territorios de los pueblos indígenas, los cuales se sustentan de acuerdo con sus usos y costumbres que garantizan un uso y manejo de los recursos de la biodiversidad y aportan a la conservación de los bosques y cuerpos de agua. Conlleva a que las intervenciones sociales adelantadas por el Estado mantengan una brecha histórica que se sustenta a través de una inversión pública inequitativa y excluyente.

El Instituto SINCHI entre los años 2015 y 2018 llevó a cabo acciones que permitieron la aplicación de los Indicadores de Bienestar Humano Indígena (IBHI), como una experiencia piloto en el departamento del Amazonas (Instituto SINCHI, 2015, 2018). Como un ejercicio interdisciplinario e intercultural que armoniza los aspectos técnicos y la experticia de los pueblos indígenas. Los IBHI diseñados bajo un enfoque diferencial (OIT, 2009), se enmarcan en la “Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas” de las Naciones Unidas (ONU, 2007). Es un instrumento de información apropiado para los pueblos indígenas con la capacidad de realizar el seguimiento a los procesos e impactos generados por el modelo de desarrollo del país y reflejar los valores más representativos de las sociedades indígenas de acuerdo con sus modos de vida. (Figura 54 y 55).

Figura 54. Reunión de socialización de los IBHI con la Asociación AIPEA. Angosturas, Eje Caquetá (2018).

La producción de melanina por organismos del género Pseudomonas ha sido previamente reportada con rendimientos de melanina de 0,1 g/L hasta 6,7 g/L (Hunter & Newman, 2010; Zerrad et al. 2014). Los datos anteriores evidencian que los organismos del género Pseudomonas tienen potencial en la producción de melanina y su producción depende en gran medida de los componentes del medio y de proporcionar las condiciones fisicoquímicas óptimas de crecimiento.

Con la melanina obtenida, se generó un bioproducto basado en la formulación de una crema ligera corporal que incluye aceite de una de las especies vegetales más abundantes en la región Amazónica colombiana, esta formulación presentó un 60% de factor de protección solar y debido a las propiedades de la melanina, también presentó capacidad antioxidante (Figura 52). Aunque se corroboró la efectividad de la melanina como un agente de protección solar de tipo orgánico, es necesario llevar este prototipo a una segunda etapa, en la cual se evalúen la toxicidad, irritabilidad y eficacia del producto.

Figura 55. Localización de las AATI en el departamento del Amazonas

Figura 55. Localización de las AATI en el departamento del Amazonas. Fuente: Instituto SINCHI 2018.

La línea base de los IBHI

Los IBHI encontrados (Tabla 24), se constituye en un insumo técnico que contribuye a incrementar las capacidades de gobernabilidad y gobernanza en la gestión de uso y manejo de los recursos naturales en los territorios indígenas y al empoderamiento de instrumentos de información de las AATIS CRIMA, PANI, AIPEA, COIMPA, CIMPUM, AIZA, AZICATCH, CIMTAR, ASOAINTAM, y ACITAM del departamento del Amazonas (Instituto SINCHI, 2018). Es un instrumento de información que permitirá a las AATI la formulación de políticas propias frente a los impactos en razón a su vinculación con la sociedad y la economía; conformar, retroalimentar y actualizar sus planes de vida de manera equilibrada y realista.

Capacidad I. Control colectivo del territorio: Es la capacidad de contar con un gobierno propio y estructuras de gobierno que se encuentran en transición de lo propiamente cultural a lo intercultural y que les permite asumir los retos de la modernidad y de la globalización con la autonomía suficiente para ejercer el control dentro sus territorios.
Indicador Valor Evaluación
1. Autoridades Tradicionales (PAT) 48,7% Estable

Capacidad II. Agencia cultural autónoma: Es la capacidad de garantizar el control y la estabilidad de las relaciones socio-culturales, entre el territorio y la población
Indicador Valor Evaluación
2. Porcentaje de Áreas transformada (PATR). 0,5% Estable
3. Superposición con Parques Naturales Nacionales (SPNN) 7,5% Estable
4. Áreas Demandada para Cultivos (ADC). 0,1% Excelente
5. Flujo de Población (FP) -1,4% Crítico
6. Diversidad Étnica (DE) 60,9% Alta
7. Prácticas Culturales Estratégicas (PCE) 28,9 Regular
8. Población que Práctica el Idioma Propio (PIP) 16,8% Crítico
9. Grado de Educación Formal (GEF) 61,8% Muy bueno

Capacidad III. Autonomía alimentaria: Es la capacidad que permite el acceso a mecanismos y recursos que proveen y sostienen la alimentación de acuerdo en el marco de la seguridad y autonomía (o soberanía) alimentaria.
Indicador Valor Evaluación
10. Especies Alimenticias Disponibles (EAD) 38,3% Bueno
11. Importancia Cultural de Especies Alimenticias (ICEA) 15,6% Regular
12. Número de Especies Transformadas para Consumo y/o Conservación (ETCC) 10,9% Regular
13. Disponibilidad de Semillas (DS). 20,9% Buenos
14. Especies Tradicionales Cultivadas (ETC) 70,0% Alta

Capacidad IV. Ambiente tranquilo: Es la capacidad del reconocimiento de las problemáticas y agentes sociales que afectan la perspectiva de tranquilidad dentro de sus territorios y ejercer autonomía en su control.
Indicador Valor Evaluación
15. Problemáticas Internas (PI) 63,4% Regular

Capacidad V. Auto-cuidado y reproducción: Es la capacidad que permite establecer las condiciones necesarias para el sostenimiento del bienestar en términos de acceso a la salud y a servicios básicos en condiciones diferenciales
Indicador Valor Evaluación
16. Nivel de Cubrimiento de Servicios Públicos (NCSP) 17,8% Crítico
17. Atención Preventiva de Enfermedades por Métodos Tradicionales (APEMT) 76,8% Muy bueno
18. Atención Curativa de Enfermedades (ACEMT). 59,7% Bueno
19. Partos Atendidos por Medicina Tradicional (PAMT) 53,1% Bueno
20. Prácticas Deportivas Tradicionales (PDT) 29,2% Regular
21- Población Indígena Desnutrida (PID) 0,4% Estable

Tabla 24. Línea base de los IBHI a nivel de AATI del departamento del Amazonas – Fuente: Base de datos Línea Base de los IBHI. Instituto SINCHI 2018

El bienestar humano en territorios indígena

El bienestar humano indígena es producto de las relaciones multidimensionales entre la sociedad y la naturaleza en los territorios. En general los aspectos sociales y culturales que son fundamentales en la sostenibilidad de la población en los territorios presentan síntomas de deterioro. Reflejan los impactos de la vinculación de las comunidades indígenas causados por diferentes fenómenos socioeconómicos y la acción de actores externos. Se muestra que el papel de las autoridades tradicionales se ve limitada por no contar con los insumos y mecanismos legales para su actuación. Sin embargo, es notable que en los territorios indígenas se mantienen unas coberturas en bosques primarios vigorosas y conservadas, que sirven como soporte de sus sistemas alimentarios tradicionales y proveen de ingresos para atender las necesidades generadas en razón a su vinculación con la sociedad nacional y las economías locales.

La información levantada desde los territorios de las AATI, su oportunidad y uso, convoca a generar estrategias que consoliden procesos y acciones encaminadas a lograr:

El afianzamiento de ese ámbito diverso de autoridad propia en las comunidades a partir de estimular procesos que lleven al relevo generacional, de acuerdo con sus usos y costumbres, para que continúen ejerciendo su rol en el control social de los territorios.

Una mayor estabilidad demográfica, no solo a partir de revalorar las prácticas culturales de las sociedades indígenas, sino vigorizar la práctica de la lengua propia fundamental en la identidad indígena y en la transmisión de los conocimientos tradicionales a las nuevas generaciones.

El sostenimiento de los espacios de cultivo, el cuidado, la conservación de las semillas, y los productos obtenidos que garantizan la autonomía alimentaria, como prácticas propias que se sostienen a partir de los conocimientos tradicionales y su transmisión a las nuevas generaciones, son fundamentales para custodiar la abundancia de alimentos.

En razón a su vinculación con la sociedad nacional, los mercados locales y el Estado, se han generado una suerte de problemas de carácter interno que impactan el buen vivir en las comunidades. Requiere contar con Autoridades Tradicionales vigorosas que propicien una alta capacidad de la gobernabilidad y la aplicación de una justicia propia en las comunidades afiliadas.

Una mayor cobertura de los servicios públicos y el de la salud en las comunidades, a partir del reconocimiento de la labor de los médicos y parteras tradicionales cuyos roles sustentan los aspectos preventivos y curativos de atención de la salud en las comunidades. Formalizar los registros sobre los casos atendidos tanto por los médicos como por las parteras tradicionales. E inducir la práctica de las disciplinas deportivas tradicionales y formales, fundamentales para sostener un buen estado de salud social.

Llamar la atención de las entidades y organismos públicos con la misión de atender y apoyar la seguridad alimentaria; discutir con las autoridades tradicionales las metodologías de medición de la desnutrición y lograr una ruta intercultural para medir la desnutrición en las comunidades indígenas. Es necesario continuar documentando las prácticas culturales que garantizan el uso y manejo de las técnicas de transformación de las especies propias, que son tecnologías propias de amplio uso social que siguen siendo poco conocidas. Tiene como condición la de generar procesos que revaloricen las prácticas culturales especialmente involucrando a las nuevas generaciones.

Los IBHI se consideran como una oportunidad para la comprensión de la realidad de los pueblos indígenas como sociedades particulares, por sus potenciales aportes al uso sostenible de los recursos de la Amazonía. Ofrecen información que contribuye a la disminución de brechas sociales que propician la exclusión y asimetrías conceptuales que impiden el diálogo horizontal y la convivencia con otras formas de percibir y comprender de la vida y el papel del hombre en la naturaleza; es una contribución a hacer Amanecer de la Palabra de Vida, en términos indígenas.

Fichas del capítulo III

Fichas del capítulo III, 2019